La protagonista de Las vacaciones de Hilda esconde una tristeza. No sonríe. Aunque cortés, solo ordena. Se le ve solitaria hasta que en una habitación aparece una foto familiar: está ella, su esposo e hijos en una playa. Entonces intuyes que en esa escena nació ese dolor oculto.
Festival de cine de Lima: Todas las películas en competencia
Las vacaciones de Hilda es una de las películas proyectadas en el 26 Festival de Cine de Lima (26FCL). El filme gira sobre Hilda cuya rutina se ve interrumpida cuando uno de sus hijos anuncia que la visitará. La noticia aparentemente alegra a la protagonista, aunque su cara diga la contrario. Hace cambios en su centro de trabajo e invierte en arreglos en la casa. Pero todo se derrumba cuando el mismo hijo anuncia que no regresará.
En ese momento Hilda se derrumba e intenta canalizar esa decepción, pero no de una buena manera. Por eso es que se ve en una situación de riesgo que pone en peligro su vida. En ese terrible momento sus recuerdos se activan y vamos al pasado: las vacaciones.
Las vacaciones de verano muestran una Hilda más hogareña, risueña y sensual, hasta que un conflicto familiar termina por engendrar a la Hilda actual.
Las vacaciones de Hilda son de aquellas películas que dejan pistas a lo largo de su desarrollo. La idea es que el espectador junte estos rastros y saque sus propias conclusiones. Por eso es que al finalizar la cinta no queda claro que pasa con los personajes de la película. El filme te deja en una ambigüedad que te coloca en el peor de los escenarios. ¿Pasó lo que estamos pensando? ¿O es que solo es una simple historia de ruptura familiar? Hilda tiene tres hijos, pero solo escuchamos a uno ¿Qué pasó con los otros dos? ¿Acaso la conversación inicial entre Hilda y un trabajador tiene la clave del final de la película?
No obstante queda claro que Hilda sufre, aunque no lo demuestre. Su vida pesa (y mucho) por un dolor cuyo origen el espectador debe averiguar. Lo bueno es que la película tiene una buena actriz, Carla Moscatelli, quien nos ayuda a entender mejor a Hilda. Gracias a su interpretación no se hace difícil adivinar la tristeza de la protagonista.