En dos palabras Soltera, Casada, Viuda, Divorciada es una película divertida. Ese es su principal valor. Hace agradable al espectador las casi dos horas que dura la cinta peruana en una sala de cine.
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Entonces dejar que el entretenimiento fluya a costa de las desgracias de las protagonistas ha funcionado. Hasta el cierre de esta nota superó los 600 mil espectadores a nivel nacional.
De esta manera esta fórmula obtuvo resultados favorables y conectó con el asistente al cine. O mejor dicho la asistenta al cine, porque en su mayoría fueron mujeres quienes compraron un boleto para ver este filme. A mi me tocó compartir este historia con un buen número de mujeres
La película peruana cuenta la historia de cuatro amigas que aprovechan el duelo de una de ellas para hacer un viaje y expulsar sus demonios, frustraciones y decepciones que llevan dentro.
Los momentos más divertidos se desarrollan durante el viaje de carretera, aunque con un abuso de tomas de drones, las bromas aterrizan bien y generan carcajadas en los espectadores.
Pero todo se toca de manera superficial, sin ir más allá de lo que cuentan, dejando que las bromas y ocurrencias lideren la historia de esta película, sin dar tiempo para profundizar más las historias de cada una de ellas. Pocos momentos se toman en serio ya que el resto se deja que las protagonistas se tomen el pelo.
No hay mucho más que decir de una película ideada para entretener a las masas y de «refilón», no más por cumplir, hablar de aquello que las mujeres les cuesta soltar en público. Igual disfruten de Soltera, Casada, Viuda, Divorciada, mal no la van a pasar.