Uno de los personajes favoritos de Grey’s Anatomy ha sido Cristina Yang, interpretada por la actriz Sandra Oh. Cuando dejó la serie, todo cambió y nada ha sido igual hasta ahora en que la serie ha sido alargada más temporadas. Luego de esa experiencia a la actriz no le ha ido mal. Atrajo buenas críticas por sus protagónicos como su buen trabajo en Killing Eve y ahora con The Chair (La directora).
TAMBIÉN LEA: Crítica a The White Lotus, disponible en HBO Max
TAMBIÉN LEA: Crítica a Shang-Chi y La leyenda de los diez anillos
En esta miniserie estrenada en Netflix, producida por David Benioff, D.B. Weiss, los creadores de Juego de Tronos, interpreta a la directora del departamento de inglés en una prestigiosa universidad.
Si bien su elección es bien recibida al convertirse en la primera mujer en ejercer ese cargo llega en tiempos de cambios. Por un lado debe decidir sobre la jubilación de un trío de profesores ancianos, solicitada por la universidad. Por otro lidiar con la expectativas de algunas minorías para tener más relevancia en la vida académica.
El interés de La directora está más concentrada en defender esa comunidad de profesores a quienes respeta y tiene cariño. Pero no es fácil complacer a todos como señala una de sus aliadas. Así que desde que asume ese cargo su vida ya no es fácil, incluso en su ámbito familiar.
Lo divertido en The Chair es que los problemas que debe enfrentar se generan por situaciones absurdas, hilarantes, que hablan más de la excesiva sensibilidad de un grupo de estudiantes que de justas reivindicaciones.
Sandra Oh trata de llevar un personaje algo calmado, centrado en soluciones hasta que no puede más y deja que sus emociones exploten. Su trabajo ya no es más Cristina Yang, sino más parecido a la Eve en Killing Eve donde encontrar soluciones al enredo en que está sumergida.
La miniserie es divertida, interesante y algo podemos aprender de una vida académica, donde en teoría debería reinar la paz, donde las ideas surgen junto a sus pasiones rompiendo límites.