Hay series que arrancan bien y ofrecen un final cumplidor. Como para decirle al espectador: ya acabó. Eso sucede con Narcos: México que después de tres temporadas llegó a su final.
TAMBIÉN LEA: Crítica a Ted Lasso, la serie de Apple TV
TAMBIÉN LEA: Crítica a Secretos de un matrimonio de HBO
Narcos inició con la historia de Pablo Escóbar y el narcotráfico en Colombia. Pero luego decidieron abrir una nueva serie y centrarse solo en México. Así abordaron los orígenes del narcotráfico en ese país con Miguel Ángel Félix Gallardo, personaje interpretado por Diego Luna.
Con México como trasfondo tuvo un interesante desarrollo más aún con el trabajo de Luna. Sin embargo al sacar su personaje dan pie a una temporada final, la tercera, que se enfoca en lucha de pequeños carteles por asumir el liderazgo del narcotráfico en México.
Cada familia enfrascada en la lucha por el poder recurre a métodos sanguinarios con el objetivo de dar un mensaje efectivo al oponente. Sin embargo lejos de intimidarlo lo que consigue es que reciban una réplica más cruel.
No se trata de vender más droga o no, sino de imponerse en su territorio bajo cualquier estrategia así se entiende mejor cómo es que México estuvo (o está) en un constante espiral de violencia.
Uno de los mejores capítulos es cuando El Chapo aparece en escena para atacar una fiesta organizada por sus enemigos, los hermanos Arellano Félix. Aquí empezamos a conocer mejor al que sería luego el narcotraficante más rico y cruel del mundo. Solo que este personaje, igual que todos, se desinfla hacia el epílogo.
Pero lo que merecía una profundización de la historia corre con una rapidez que hacia el final de la temporada se resuelve con mucha rapidez el destino de cada personaje. Hay una celeridad por cerrar la historia que queda por debajo del resto de otras temporadas.
Incluso la historia de Amado Carrillo Fuentes, más conocido como El señor de los cielos, que parecía el relato central de esta temporada de Narcos: México , corre hacia el capitulo final.
Pero solo se trataba de cerrar la historia, porque no habrá cuarta temporada. Aquí acabó Narcos con una buena primera temporada centrada en la vida de Pablo Escóbar, y otra igual de buena con la aparición de Diego Luna como Miguel Ángel Felix Gallardo.
En el global Narcos: México cumple con las expectativas, salvo que merecía un mejor cierre. Va por Netflix.