Hay mucho que destacar en La tragedia de Macbeth de Joel Coen, y protagonizada por Denzel Washington y Frances McDormand.
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La película estrenada en Apple TV es una adaptación de la novela del mismo nombre de William Shakespeare, probablemente el autor que más novelas ha inspirado a Hollywood. Macbeth es una de las historias más conocidas y apreciadas por los seguidores del escritor inglés, y una debilidad confesada por la actriz, Frances McDormand. Ella interpreta a la esposa de Macbeth en esta película.
La cinta adopta el estilo de los diálogos de la novela shakesperiana para expresar la ambición y locura de los personajes de esta historia.
Los protagonistas de esta guerra sin cuartel es llevada a ambientes fríos, amplios y oscuros donde se escuchan las voces que importan, sin extras, ni personas anodinas que podrían darle otra atmósfera a las escenas.
El blanco y negro utilizado para contar esta obra no son colores accesorios, sino que contribuyen a incidir en un lenguaje visual de tensión y terror. Además que hace recordar al estilo empleado en clásicos de décadas pasadas, como Otelo de Orson Welles.
Acostumbrados a un retrato joven de Macbeth, Denzel Washington ofrece un personaje maduro, ambicioso cuya locura queda evidenciada conforme busca mantener el poder a cualquier precio. Su interpretación fortalece la película como la de la manipuladora lady Macbeth, interpretada con mucha frialdad por la reciente ganadora al Óscar, Frances MacDormand.
Pero también merece destacarse el trabajo de la actriz neoyorkina, Kathryn Hunter. Interpreta a una de las brujas que auguran un porvenir de poder y paranoia a Macbeth. Hace un estupendo trabajo con su voz, pero principalmente con su cuerpo. La forma como mueve sus brazos para asemejarse a un ave resulta impresionante. Ayuda mucho a este estilo, el blanco y negro empleado para narrar la película.
Joel Coen experimenta por primera vez la dirección en solitario ya que sus anteriores trabajos se desarrollaban en alianza con su hermano Ethan. Pero esa colaboración se limitaba a relatos violentos y frontales. En cambio aquí hay literatura en los diálogos, aunque la violencia está presente, la cinta no se parece a otros trabajos entregados por los hermanos. Además que tiene buenas tomas, como la inicial en que tres aves rondan el cielo gris del mundo de Macbeth o los golpes de las gotas de agua con el árbol que contribuyen a una tensión necesaria para presionar al personaje central.
Queda bien La tragedia de Macbeth como la mayoría de obras de Shakeaspeare llevadas al cine de Hollywood.