La serie Downton Abbey terminó el 2015 con su sexta temporada. Luego vino una película y este año se estrenó otra aparentemente para mantener vivo el recuerdo de esta historia de época inglesa.
Las ilusiones perdidas, una drama de época francés duro
De alguna manera los productores intentan sacar provecho de historias exitosas para seguir manteniendo la atención de los fans. Sucedió con El señor de los anillos cuando se hizo luego tres películas del Hobbit. Con Breaking Bad se sacó un buen spin off con el personaje de Saul Goodman. Juego de Tronos estrenará este año una historia basada en la familia de Targaryen.
Downton Abbey consiguió buenos números con la serie y los productores decidieron ir con una película. Sin embargo han elaborado productos que están por debajo del nivel de la serie.
Han idealizado a tal punto esta historia que los personajes viven en un mundo perfecto, idílico y romántico, donde incluso la muerte parece atractiva. Todo es perfecto en el universo de Downton Abbey. Incluso las relaciones entre patrones y criados. Ya no existe una línea entre ellos. Son una bonita familia sacada de una campaña de publicidad.
El problema de entregar una película tan linda, con carencia de conflictos, es que deja de ser interesante. Ni siquiera es entretenida. No mantiene la atención, porque no hay un elemento que te mantenga atento. Al contrario resulta sencillo distraerse con cualquier cosa que tengas a tu alrededor.
Downton Abbey, una película innecesaria
A ello hay que sumarle la infinidad de personajes que llegan a Downton Abbey. En cada película hay más, que son completamente innecesarios y anodidos.
Lo mejor es que la historia de esta serie ya no se siga extendiendo más en el horizonte. De lo contrario los fans que aún guardan buenos recuerdos de esta producción van a terminar odiándola.