Andrew Garfield es el corazón de Tick, Tick, Boom, en el musical de Netflix y la primera película dirigida por Lin-Manuel Miranda (Hamilton, In the heights).
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La película cuenta la historia de Jonathan Larson, creador entre otros musicales, de Rent, uno de los más populares y valorados por la crítica. A partir de Tick Tick Boom va contando su vida y el proceso de creación de su obra titulada Superbia.
Garfield interpreta a un joven y soñador Larson. Pero principalmente creativo y obsesionado con su arte. El personaje hace agradable su genialidad. No es precisamente una persona irritable, solitaria o sarcástica como suelen retratarse a estos genios. Sino todo lo contrario. Garfield ofrece un perfil más agradable que calza en las alegorías que suelen ofrecer los musicales.
Esta es la historia del insistente, del persistente o como decimos en Perú del terco, aquel que cree en su trabajo y no se deja vencer con facilidad. De la persona que se tiene fe y busca sacar y mostrar su talento con las pocas oportunidades ofrecidas por la vida.
Definitivamente Andrew Garfield es el corazón de la película. ¿Qué pasaría si lo sacamos del filme? ¿Qué quedaría? Lin-Manuel Miranda no hace más que aprovechar el talento del joven actor, darle la música apropiada y dejar que el intérprete haga su trabajo.
Es una lástima que el estreno de la película coincida con el próximo lanzamiento de la nueva película de Spiderman ya que el público está más interesado en conocer si participará o no en esta película. Perdiéndose la oportunidad de conocer un buen trabajo de Garfield. Va por Netflix.