Las leyes de la frontera tiene como director al responsable de películas como Celda 211 y El niño, Daniel Monzón, y es una adaptación del libro, que lleva el mismo nombre, de Javier Cercas.
TAMBIÉN LEA: Crítica a la serie Rumbo al infierno de Netflix
TAMBIÉN LEA: Crítica a Tick, Tick…Boom de Netflix
En esta historia un adolescente llamado Ignacio, víctima del bullying, se une a una banda de ladrones más por atracción a Tere que por las fechorías que podría ofrecer este grupo.
Impulsado por el amor hacia Tere, Ignacio se involucra en actividades ilícitas. No pone reparos ni ingresa en conflictos morales, simplemente los hace guiado por el sentimiento hacia Tere.
Así el adolescente tímido va quedando atrás dando paso a un pequeño hombre más fuerte y menos temeroso.
Pero si bien hay una transformación no es precisamente por una atracción a las fechorías de esta banda, sino por Tere. De alguna manera Ignacio busca ganarse la atención de esta mujer interesándose en las actividades que gustan a su amor platónico.
Incluso uno de los integrantes de esta pandilla lo respeta, pero no lo reconoce como uno de ellos. En momentos cruciales Ignacio está completamente convencido que ha cruzado la línea y no debe seguir adelante.
Para ejecutar esta historia están todos los elementos de película de crímenes: persecuciones en carretera, asaltos (la parte final de la película ofrece un atraco bastante divertido que habla de las limitaciones de esta banda), bailes y tragos.
Lo gracioso es que al final ofrece una versión adulta de Ignacio, que francamente no combina con la imagen del joven avezado de los asaltos, más se parece al Ignacio introvertido víctima del bullying de sus compañeros.
No obstante, Las leyes de la frontera resulta entretenida para aquellos seguidores de este género. Va por Netflix.